Dubái

La “Ciudad del oro” de Dubái se levanta sobre la costa del Emirato de Dubái reflejándose sobre las brillantes aguas del Golfo Pérsico. Su economía creció exponencialmente con los ingresos del petróleo descubierto en 1971. En menos de tres décadas se levantó una imponente urbe donde antes solo había dunas de arena.

Con solo una fracción de las reservas petrolíferas que disfruta el vecino Abu Dabi, el jeque Maktoum de Dubái se propuso crear un núcleo para el comercio e invitó a todo el mundo para que se le uniera, libre de impuestos. En solo unas décadas, la ciudad vibraba con el turismo y con unos sectores inmobiliarios y financieros que rivalizaban con los de cualquier nación desarrollada.

Dubái es la ciudad más cara de Oriente Medio y según la consultora independiente Mercer es también el “mejor lugar para vivir” de la región. La “capital de las compras de Oriente Medio” tiene más de 70 centros comerciales (incluyendo el Dubai Mall, el más grande del mundo) y numerosas tiendas y zocos por doquier.

Los emiratis conforman solamente el 5% de la población y acaparan también los niveles sociales superiores. Los ciudadanos del emirato tienen la educación pagada hasta el doctorado si así lo quieren, una casa gratuita al contraer matrimonio, asistencia sanitaria gratuita y llamadas de teléfono subvencionadas por el Estado entre otros agasajos.

La mayor parte de la población de Dubái está compuesta por los trabajadores inmigrantes y de limpieza doméstica. Este grupo ha sido objeto recientemente de seguimiento por parte de los grupos de derechos humanos.

Con sus puertas abiertas a Occidente, Dubái ha sido tradicionalmente más liberal y tolerante que sus vecinos. Sin embargo, los últimos años el Emirato ha dado un giro más conservador y algunos extranjeros han sido encarcelados por cosas como besarse en la mejilla, endeudarse, emborracharse, posesión de medicamentos y por hacer determinados gestos con las manos. Familiarizarse con las leyes locales revierte en el propio interés del que vaya a vivir a Dubái.

Los exteriores modernos y occidentalizados de Dubái, sus playas, centros comerciales y excelentes colegios internacionales hacen que a los expatriados occidentales les resulte fácil considerar a Dubái su hogar. No obstante, no se debe olvidar que bajo el exterior cosmopolita de Dubái hay un estado islámico cuyas normas sociales deben respetarse en todo momento.