La deslumbrante Durban, el puerto con más tráfico de Sudáfrica, se levanta sobre la costa oriental en plena Bahía de Natal. Con sol todo el año, un clima tropical y con monos y mariposas y una exuberante vegetación a sus espaldas, Durban es un destino popular y será un hogar maravilloso para los expatriados y sus familias.

La ciudad es un maravilloso crisol de colores, culturas, razas y religiones y es un lugar fascinante en el que vivir. Es uno de los pocos lugares del mundo donde podemos ver a indios que hablan afrikaans y a europeos que hablan zulú.

Hoy día, el centro de Durban sufre un índice de criminalidad que no para de subir y las playas locales están siempre llenas de plástico hasta el punto de que los residentes organizan patrullas de limpieza compuestas por voluntarios. Sin embargo, las zonas periféricas de Durban son relativamente seguras y limpias y son un acceso rápido a las maravillas naturales que hay cerca de la ciudad.

La ciudad tiene una magnífica vida nocturna con todo tipo de locales para música en directo, teatros y restaurantes. Los fines de semana y los días festivos rebosan con todo tipo de actividades, desde navegar a vela en el Océano Índico o visitar el Valle de las 1000 Colinas para explorar las raíces de la cultura zulú. El aeropuerto internacional King Shaka ha sido renovado recientemente y está a solamente 30 minutos en taxi, con lo que el resto de Sudáfrica está a tiro de piedra de la puerta de casa.