Macao es la meca del juego y zona de diversión para los adinerados de Asia. Es un paraíso fiscal y puerto libre que mira de frente a Hong Kong al otro lado del estuario del Río de las Perlas. El juego y las apuestas son el pasatiempo nacional, sobre todo entre los chinos del sur. No es sorprendente que los ingresos generados por el juego en Macao estos últimos años hayan superados a los cosechados en Las Vegas. Tras 150 años de gobierno portugués, la región administrativa de Macao fue devuelta a China en 1999. La herencia lusa de la ciudad es evidente en la arquitectura barroca y manuelina que se puede apreciar por toda la península y en las dos islas de Taipa y Coloane y que conforman en conjunto esta región administrativa especial de China. Macao es sin duda uno de los rincones más bonitos de China. Edificios con un imponente colorido portugués y callejones empedrados y sinuosos contrastan con las ajetreadas tiendas chinas, los templos antiguos cargados de incienso, las cestas colgantes rebosando flores y las antiguas farolas de la calle. Macao es mucho más pequeña que Hong Kong y tiene además una densidad de población tres veces mayor. Por suerte, esto no ha repercutido sobre los precios de alquiler de vivienda, que son más baratos que los que tiene Hong Kong. Los expatriados viven sobre todo en las zonas residenciales de Taipa y Coloane debido a su cercanía a las playas y a los supermercados. En las islas hay también clubs de expatriados y colegios internacionales, lo que las convierten en la opción lógica para las familias.