Gente amistosa, acelerada, apasionada, idealista… en la ciudad de Washington D.C. uno se cruza con algunas de las mentes más motivadas, inteligentes y ambiciosas del país. La ciudad y capital es el centro neurálgico de la política estadounidense y en ella se encuentran la Casa Blanca y el Capitolio de los Estados Unidos, junto con unas 200 embajadas extranjeras y organismos internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dejando a un lado la política, la ciudad es también un foco nacional para las artes y despliega una vibrante escena teatral y es un epicentro nacional para la música y la cultura independientes. En Washington D.C. tenemos también la Smithsonian Institution, que gestiona nada menos que 19 museos y el zoológico nacional, todos gratuitos para el público. Apasionada por el deporte, Washington es una de las doce ciudades del país que cuenta con equipos en los cuatro deportes profesionales masculinos como baloncesto, hockey, béisbol y fútbol americano. Es recomendable buscar casa cerca del lugar de trabajo o trabajar directamente desde casa. En los últimos años y debido a lo caro que es vivir en la ciudad, mucha gente se ha marchado a vivir a las zonas suburbanas empeorando así mucho el tráfico en las horas punta. En el lado positivo, Washington D.C. tiene muchísimas actividades y opciones culturales, de ocio y comerciales y numerosos festivales, actividades al aire libre y restaurantes. Su localización a media altura de la costa atlántica garantiza un clima suave que hace que la ciudad sea menos dada a los desastres naturales que otras partes del país. Otro de los lujos que tienen los habitantes de Washington D.C. es contemplar la belleza cambiante de la región con el paso de las estaciones. La situación ideal de la ciudad hace que la playa y la montaña y ciudades tan variadas como Baltimore, Annapolis, Richmond, Filadelfia y New York estén solamente a unas cuantas horas en coche.