Estambul (antes Constantinopla) fue hace poco la “Capital europea de la cultura”. Esta palpitante ciudad es la segunda mayor zona metropolitana de Europa y dirige el pulso económico de Turquía y es su corazón cultural e histórico. Los brillantes colores de Estambul, sus mercados de especias, sus calles adornadas con banderas, sus zocos y sus mezquitas, todo entremezclado con preciosa arquitectura bizantina y otomana, dan a la ciudad una incomparable y vibrante paleta visual. La topografía de la ciudad oculta unas vistas espectaculares que se revelan en todo su esplendor cuando se llega a la cima de muchas de sus colinas. Al estar rodeada de agua, los veranos de Estambul pueden ser bastante húmedos y la ciudad suele estar envuelta en niebla. Repleto de gente y trepidante, el enérgico brío empresarial del distrito del Levante en el lado europeo cede paso a las zonas residenciales más tranquilas como Erenkoy, Bostanci y Ataşehir en el lado asiático. Los solteros y las parejas jóvenes disfrutarán con la vivaz vida nocturna de Estambul y las familias podrán disfrutar de una amplia gama de excelentes escuelas privadas o elegir de entre un inmenso abanico de actividades para los niños los fines de semana y que pueden ser desde explorar las maravillas acuáticas de la Cisterna Basílica o subir a bordo de un submarino en el museo Rahmi M Koç.