Quizá sean los arenques, los renos y los bosques lo que venga a la mente cuando en una conversación surge Helsinki, la capital de Finlandia y su ciudad más grande. Sin embargo, los tiempos han cambiado: la última década ha visto la transición en Finlandia de una economía basada en la silvicultura a otra basada en la industria tecnológica.

Nombrada “Capital Mundial del Diseño en 2012” por el ICSID y “Ciudad más vivible del mundo” por la revista británica Monocle en 2011, Helsinki simboliza hoy más bien a marcas tecnológicas limpias, como Nokia, y líneas de diseño elegantes, como Artek, que a los patrones de renos tricotados de antaño. Incluso la gastronomía del país ha experimentado una renovación; el New York Times describió recientemente la cocina de Helsinki como “inventiva y alegre”.

Transformándose con rapidez en un gran centro político, educativo, cultural y de investigación en Europa del Norte, aproximadamente el 70% de las compañías extranjeras que operan en Finlandia se encuentran en la región de Helsinki, convirtiendo a la ciudad en una experiencia rica y cosmopolita para los que allí viven.