En la desembocadura del poderoso río Yarra, escudada contra el viento que sopla de la bahía Port Phillip, se haya Melbourne, la ‘Ciudad jardín’ del sur de Australia. Recostada sobre la brillante y azul bahía, la moderna silueta de Melbourne da paso a una metrópolis señorial que se extiende hacia el este y el sur y que termina en idílicos barrios residenciales y exuberante y verde jungla.

En 2012, por segundo año consecutivo, la Economist Intelligence Unit nombró a Melbourne la ciudad con más calidad de vida del mundo. Situada entre las diez mejores ciudades universitarias, Melbourne acoge varias universidades de primera categoría incluyendo la Universidad de Melbourne, Monash, La Trobe y la Escuela de Negocios de Melbourne, entre otras. La ciudad es también el centro cultural de Australia; es origen del cine y la televisión australianos, de las reglas del fútbol australiano y del movimiento de arte impresionista Heidelberg.
Ya en auge desde sus inicios, la riqueza de Melbourne se amasó durante la fiebre del oro victoriana en la década de 1800. Para 1880, Melbourne era la ciudad más rica del mundo; su arquitectura de época, grandes bulevares y amplios parques son el testimonio de ello.

Cada uno de los numerosos barrios de Melbourne tiene un ambiente distinto, convirtiéndola en una ciudad increíblemente fácil para mudarse. Ya opte por los elegantes barrios residenciales del interior como Fitroy o Toorak, el moderno St Kilda, los más tranquilos de Glen Waverly o el más rural Warrandyte, habrá un lugar que se adapte a su gusto y a su presupuesto.
Como centro de la cultura, Melbourne se enorgullece de su ecléctica e internacional gastronomía y su moderna agenda cultural. La actitud tolerante de la ciudad ha permitido que florezca el arte urbano y la escena musical local, de donde han salido talentos de fama internacional.

Su excelente red de trenes, autobuses y tranvías convierte al transporte público en una opción viable. De hecho, la ciudad ha adoptado una política de cero emisiones de gas para 2020, que promete mejorar aún más el ya agradable entorno urbano de Melbourne.

Al contrario que en el resto de Australia , aquí podrá experimentar cuatro estaciones diferenciadas. Ya sea surfeando en Sorrento, navegando por la bahía, buceando a la búsqueda de orejas de mar, haciendo skate en el famoso Fitzroy Bowl, disfrutando de un espectáculo o cenando fuera con los amigos, la magnífica ciudad de Melbourne supera todas las expectativas.