Milán

Milan, capital de la Lombardía, es un paraíso terrenal para los amantes de la ópera, del arte, de la moda y de la buena comida. La ciudad es la sede italiana de los mayores bancos y las mayores empresas internacionales y es también el centro industrial, comercial y financiero más importante del país.

La ciudad cuenta con una de las mayores densidades de población y de industria de Europa y en ella viven unos 9,3 millones de personas. No obstante, su sistema de salud y educativo están entre los mejores.
Aunque el ajetreado y ejecutivo centro de Milán hace mucho que desterró el pranzo de tres horas para comer, los italianos amantes de la buena comida y los expatriados conviven sin problemas porque los bares de sándwiches y bocadillos de la zona han convertido los paninis en una forma de arte y algunos ofrecen incluso más de 100 variedades de ingredientes deliciosos.

Ya sea en la ópera de La Scala, imbuyéndose de moda en el Quadrilatero d’Oro milanés de la alta costura, regalando los ojos ante La Última Cena de Da Vinci o ante la modesta pero exquisita colección de arte de la Pinacoteca di Brera, los amantes de la cultura no estarán faltos de distracciones en esta importantísima ciudad europea.

Muy cerca del aeropuerto Linate en las afueras de la ciudad nos encontramos con el Lago Idroscalo de Mussolini, un lago artificial que recuerda a una instalación hotelera del Mediterráneo con sus clubes de playa, sus zonas de barbacoa, zonas con hidropedales y con niños chapoteando en una de sus tres piscinas al aire libre. Milán tiene algo para todo el mundo.