Penang (Pulau Pinang) se levanta sobre la isla Penang y en una lengua de tierra de la península malaya llamada Seberang Perai. Sus bonitos edificios de herencia colonial y muy bien conservados y las tiendas chinas tradicionales luchan por el espacio entre espectaculares templos y elegantes mezquitas con sus cúpulas.

Reverenciada desde hace mucho tiempo como la capital de la comida de Malasia gracias a su increíble mezcla de culturas, Penang es la cuna de muchos de los platos más apetitosos de la región y sabe mejor que nadie mezclar las especias. Da igual si se come en un puesto callejero o en un caro restaurante, las delicatessens son siempre espectaculares.

La variedad de culturas y religiones que pueblan el país ha dado lugar a un abarrotadísimo calendario cultural repleto de festivales preciosistas y con vibrantes comunidades artísticas locales. Y todo esto crea un magnífico telón de fondo para una creciente comunidad de expatriados atraída por el programa internacional de residentes “Malasia, mi segundo hogar” lanzado por el país.

No importa si uno viene aquí para trabajar o para pasar su jubilación, el clima fantástico, el estilo vida relajado del país, los servicios abundantes (Tesco, Carrefour o Cold Storage tienen tiendas aquí) y su pueblo extraordinariamente amistoso hacen que mudarse aquí no sea tan difícil. Penang, al igual que el resto de Malasia, tiene un sistema de salud de calidad y cuenta con una buena colección de colegios internacionales.