Tauranga, la efervescente ciudad de la Bahía Oeste, ubicada en la Bahía de la Plenitud, se extiende por una península arenosa flanqueada a un lado por un puerto protegido y a una fantástica playa surfista por el otro. Las playas de Tauranga y sus edificios con fachadas de tableros de madera dejan paso a una verdadera macedonia de frutas; y es que el paisaje de alrededor está plagado de plantíos de kiwi, aguacateros y viñedos.

La ciudad atrae a jóvenes familias y a profesionales por igual. La belleza de sus paisajes y su estilo de vida relajado contrastan con sus prósperos negocios, su comercio internacional, su cultura y moda y su avanzada ciencia vinculada a la horticultura. El Puerto de Tauranga es el más grande de Nueva Zelanda en términos de exportación bruta en toneladas.
Tauranga mira hacia el Monte Maunganui, un volcán extinto. Las blancas playas de surf con “el Monte” al fondo constituyen un polo de atracción en el verano, cuando los turistas vienen en tropel a la ciudad.

Puede que el calendario cultural de Tauranga sea algo más limitado que el de otras grandes ciudades neozelandesas, pero su panorama cultural local no deja de tener un número creciente de galerías y eventos musicales. Las largas tardes subtropicales son perfectas para socializar en los cafés, bares y restaurantes que abundan en sus playas.

Con un ritmo pausado, calles sin atascos, precios asequibles y una saludable vida costera, Tauranga es un destino envidiable, tanto para estancias cortas como prolongadas.