Nueva Zelanda

Haere Mai – bienvenidos a Nueva Zelanda, la esmeralda del Pacífico Sur. Las islas principales de este exuberante archipiélago, cuya extensión es equivalente aproximadamente a la mitad de España, son las Islas Norte y Sur. Los espectaculares glaciares, pintorescos fiordos y abruptas montañas neozelandesas se alternan con vastas planicies, onduladas tierras de labranza, bosques subtropicales, mesetas volcánicas y más de 15.000 kilómetros de costa impresionante.

Gracias a sus fantásticos viñedos, sus llamativos paisajes e innumerables parajes que llaman a la aventura y con una próspera industria artesana y local, este pequeño país es un sitio ideal para sentirse como en casa. Nueva Zelanda también es un buen lugar para los negocios; si nos atenemos a lo que dice el Banco Mundial, el país ocupa el tercer puesto en su informe “Doing Business 2013”, solo por detrás de Singapur y Hong Kong.

Nueva Zelanda cuenta con 4,4 millones de habitantes, pero su escasa población no la hace ser menos interesante a nivel cultural. Los maoríes, que son los tangata whenua o indígenas de Nueva Zelanda, constituyen el 15% de la población. Todavía hoy, la identidad de este país reside principalmente en la historia, el idioma y las tradiciones maoríes.

Durante mucho tiempo, Nueva Zelanda ha sido un destino habitual para todos aquellos que han querido hacer las maletas y empezar una nueva vida al otro lado del océano.

Puede que esté en un rincón recóndito del planeta, pero esto no ha impedido que miles de personas se muden a este país todos los años.

¿Qué es lo que ha convertido a Nueva Zelanda en una opción tan popular?

Para quienes no lo sepan hay que decir que su cultura es bastante similar a la de Gran Bretaña, lo que no resulta sorprendente, dado que Nueva Zelanda fue colonizada en el s. XIX por los británicos.

Empezar una nueva vida aquí no es tan complicado como podría serlo en otros lugares, especialmente si se habla algo de inglés y no se le tiene miedo a la barrera idiomática. Los recién llegados simplemente tienen que respirar hondo, beber un sorbo de sus mundialmente famosos vinos y tratar de acostumbrarse al ritmo de vida pausado por el que el país es conocido.

Por supuesto, Nueva Zelanda tiene también una buena reputación por su más que justificado estilo de vida sostenible. Los paisajes son impresionantes, las ciudades no son nada populosas y cuenta con una infinidad de playas difícil de creer.

Resulta comprensible que los kiwis pasen gran parte de su tiempo de ocio al aire libre explorando, haciendo deporte, yendo de picnic y sacando partido de todo lo que el país tiene que ofrecerles.

La elección del lugar exacto para vivir dependerá de aquello que se busque y a qué le concedamos importancia. Tanto si se desea una vida campestre como si se es un animal de ciudad, en Nueva Zelanda siempre es posible encontrar un lugar a la medida de cada cual. Los destinos más populares entre los extranjeros son Auckland, Wellington, Hamilton, Christchurch y Dunedin, aunque existen muchos otros sitios donde le darán la bienvenida.