Chengdu

Situada en las fértiles llanuras de Chengdu y con las montañas de Longmen y Qionglai como telón de fondo, Chengdu es la capital de la provincia de Sichuan, en el oeste de China.

Apodada ‘Ciudad Tortuga’, la evidente forma de la ciudad se debe a que su arquitecto la diseñó basándose en la anatomía de la tortuga. No obstante, sus bordes están cambiando con rapidez, ya que la ciudad experimenta actualmente un crecimiento sin precedentes.

Como lugar de nacimiento del papel moneda, resulta apropiado que la capital de Sichuan sea hoy reconocida como uno de los centros de inversión más importantes de China. Actualmente, Chengdu alberga más de 200 de las 500 compañías más prósperas del mundo y los florecientes focos de negocios de alta tecnología continúan atrayendo a los pesos pesados de varios sectores de la industria.

Con el éxito vienen las riquezas, a menudo seguidas de los excesos. La ciudad, que históricamente tuvo fama por su literatura y su ópera, se ha labrado recientemente un nombre por su pasión por las fiestas y por su actitud laxa. Chengdu puede presumir de tener más salones de té y bares que Shanghái, pese a tener la mitad de población.

A las gentes de Chengdu les gustan los sabores intensos. Aquí los platos son extremadamente especiados, variados e increíblemente sabrosos. Los chefs locales experimentan maravillosamente y los resultados que consiguen van más allá de lo que uno pueda imaginar; cada plato tiene una historia. Hay que mencionar que la cultura del té en Chengdu está profundamente arraigada; la ciudad se sitúa en el punto de partida de la Ruta de la Seda y del antes próspero comercio del té.

Quienes vayan a Chengdu quedarán encantados con su cultura. Sus abundantes templos, santuarios y monasterios aluden a la cultura antigua de la ciudad, que se remonta 4.000 años en el tiempo. El clima templado de la región convierte en un placer la exploración de esta ciudad tan ricamente diversa. Para quien quiera experimentar un regreso al futuro, la carretera Chunxi está bien surtida de boutiques a la última y bulevares de moda. Más tarde, se pueden descansar los pies en el maravilloso distrito de Jinli con una cena al estilo de la dinastía Han.