Edimburgo es la sede del parlamento escocés y es la ciudad de los festivales. La capital de Escocia se reclina a los pies de la Silla de Arturo, un afloramiento rocoso que se eleva unos 250 metros desde el corazón de la ciudad.

Los turistas abarrotan todo el año la milla real que lleva hasta el Castillo de Edimburgo y máxime en agosto, cuando la ciudad rebosa con visitantes de todos los rincones del planeta venidos para ver las mejores obras y actuaciones durante el festival de teatro de 21 días de duración.

En verano las familias disfrutan de sus picnics en las praderas del gran Holyrood Park, mientras que las parejas y solteros se dirigen al casco viejo a disfrutar de una buena comida cerca de Cowgate o a visitar las tiendas en Victoria Street, Candlemaker Row y el Grassmarket.

La famosa universidad de la ciudad ha generado una numerosa población estudiantil que suele frecuentar la miríada de bares que hay en Edimburgo.

Londres está a solo una hora y cuarto en avión y la ciudad está unida por tren con las ciudades más importantes del Reino Unido.

Su fantástica escena musical y artística, su espléndida localización frente al mar y su aire cosmopolita hacen que vivir en Edimburgo resulte fascinante.