Ho Chi Minh City

¿Destino Ho Chi Minh City? Pues el destino no es otro que una cornucopia acelerada de comercio, cultura y conductores alocados. Conocida antes como Saigón, este antiguo pueblo de pescadores y puerto comercial jemer de Vietnam recibió a los franceses antes de volver a manos de Vietnam del Norte en 1975 tras 20 años de intenso conflicto. Hoy día son apreciables todavía las cicatrices de batalla de la ciudad en sus iglesias, templos y hoteles. La resiliencia de los residentes de la ciudad resulta evidente en el horizonte en crecimiento de la capital. Los enormes edificios modernos del distrito financiero de Ho Chi Minh City (HCMC) se levantan hoy sobre los callejones atemporales de la ciudad, sobre sus imponentes templos y sus ajetreados mercadillos callejeros. A pesar de su tumultuoso pasado reciente, los lugareños de HCMC son extremadamente afables y muy sociables y no hace falta pasar mucho tiempo en la ciudad para que lo inviten a uno a comer o beber algo. Los expatriados que llegan a la ciudad descubren que en lugar de recluirlos en un enclave específico para ellos, la ciudad se decanta por la integración y no tiene zonas residenciales predominantemente pensadas para los expatriados.

El alojamiento abunda y es muy variado. Los profesionales solos pueden elegir entre una amplísima gama de estilos de apartamentos y pisos y las familias no tendrán ningún problema para encontrar casas de tamaño razonable con jardín y piscina. Los colegios y escuelas, tanto locales como internacionales, son abundantes y el sistema de salud (para los expatriados) es de primera calidad. Igual que en muchas otras ciudades asiáticas, en HCMC caen aguaceros torrenciales, hace un calor extremo y hay muchísima humedad y polución. Por suerte, el atractivo de esta vibrante ciudad y las selvas prístinas y las espectaculares playas que hay más allá de sus bordes lo compensan todo con creces.