Hyderabad

Hyderabad es una ciudad única en la que conviven lo antiguo y lo moderno en dos estilos de vida bien diferenciados.

Junto a laberintos de mercados y casas diminutas se levantan sofisticados hoteles de cinco estrellas, centros comerciales y todo tipo de opciones lúdicas conectadas por anchas carreteras que desembocan en callejuelas antiguas.

La gente de Hyderabad es acogedora y amistosa y desde que el sector de las tecnologías de la información comenzó a cuajar en la ciudad, Hyderabad está haciéndose cada día más y más cosmopolita.

Los que vayan a mudarse a Hyderabad deben ir mentalizados de que la ciudad no para. Conocida como “Cyberabad”, la ciudad ha dado pasos gigantes desde principios de los noventa haciendo lo posible por convertirse en un epicentro indio para las tecnologías de la información, la farmacéutica y el sector de la biotecnología. La ciudad es hoy también un reconocido centro de la educación superior y cuenta nada menos que con 13 universidades y escuelas de empresariales.

La capital del estado de Andhra Pradesh está partida por la mitad por el río Musi y coronada por el impresionante lago Hussain Sagar. Hyderabad limita con la ciudad gemela de Secunderabad, que se levanta en el lado norte del lago.

Antes de la partición de India y Pakistán, Hyderabad era la capital de uno de los estados principescos más grandes y más ricos de India. Su herencia cultural de los tiempos de antaño persiste hoy día y es uno de los atractivos más importantes de la ciudad. La ciudad es también un paraíso para los expatriados con sus numerosos gimnasios y centros de yoga y luce una impresionante selección de pubs ingleses (como el 10 Downing Street). Es famosa también por ser una ciudad para la literatura y dispone de numerosas librerías extranjeras y múltiples libreros por sus calles. Las compras aquí son también fantásticas. No importa si buscamos productos orgánicos o unos pantalones de la marca Guess, aquí siempre encontraremos lo que andamos buscando.

Pero la cuarta ciudad en tamaño de la India tiene también su cuota destacada en chabolas, pobreza y polución. Las calles de Hyderabad están abarrotadas de motocicletas, rickshaws y autobuses y son un peligro constante. Pero todas estos inconvenientes quedan más que compensados por la impresionante cocina local, las coloridas culturas de la región y sus acogedores y afables residentes. Hyderabad es una ciudad abierta y dinámica a la que no costará mucho considerar como un hogar.