Ginebra, “Capital de la Paz,” es una ciudad importantísima para los asuntos mundiales. Fue aquí donde se firmó la Convención de Ginebra, donde se regula el tratamiento en tiempos de guerra a los no combatientes y a los prisioneros de guerra. La segunda ciudad en tamaño de Suiza es también un centro financiero y epicentro mundial de la diplomacia y aquí se encuentran numerosas organizaciones internacionales como las sedes de muchas de las agencias de las Naciones Unidas o de la Cruz Roja. El francés y el inglés son los idiomas más habituales, seguidos del español, el portugués y el alemán. Aproximadamente el 44% de la población está compuesta por residentes extranjeros nacionalizados que dan un característico sabor cosmopolita a la ciudad. A los ginebrinos les apasiona la cultura y los deportes. La ópera de la ciudad, el Grand Théâtre de Genève, tiene el mayor escenario de toda Suiza y la ciudad rebosa con museos y galerías. Otra de las pasiones de la ciudad es el hockey sobre hielo y prueba de ello es el equipo Genève-Servette HC de la primera división. Ginebra es seguramente la ciudad más densa de la parte francófona de Suiza (la Romandía), pero esto no ha mermado para nada su calidad de vida. Después de Viena y Zúrich, Ginebra acabó clasificada como el mejor lugar para vivir (según los resultados del estudio de 2009 de la empresa consultora Mercer). Pero el confort tiene un precio y Ginebra se clasificó también en 2009 y 2011 respectivamente como la cuarta y la quinta ciudad más cara del mundo para vivir.