Trasladarse a otro país puede resultar un proceso complicado, en especial si además del asignado se traslada toda la familia. Para facilitar una mudanza internacional y de acuerdo a nuestra amplia experiencia, hemos preparado esta lista de consejos para que vuestra reubicación resulte más sencilla. Investigación y lugares de interés La investigación es, sin duda, la mejor manera de encontrar información para tomar decisiones y también una ayuda para evitar situaciones difíciles. Hay que determinar desde el principio que cosas son importantes hacer antes de llegar al destino y que se necesita para organizarlo. Por ejemplo contratar un seguro medico para toda la familia o un teléfono fijo e internet para mantener el contacto con los viejos amigos. También es muy útil averiguar que actividades pueden realizar los hijos y los padres en el tiempo libre, cuales son las mejores zonas para vivir en familia, que presupuesto es el adecuado para la vivienda deseada y donde se encuentran los colegios de interés. Si la familia usa una empresa para las reubicaciones lo mejor sería preguntar al especialista para obtener la información requerida. Otra opción complementaria será buscar detalles y requisitos legales en páginas web y foros de expatriados. También es posible obtener información preguntando en las distintas secciones del gobierno. Encontrar lugares de interés en el país de destino antes de viajar puede ser un ahorro de tiempo y una buena manera de evitar el estrés. Siempre resulta muy beneficioso tener un mapa antes de llegar con distintos sitios útiles como pueden ser supermercados, médicos, y centro comerciales. La familia se siente más segura si conoce algo de la nueva ciudad aunque sea solo sobre papel. Aprende de tu nuevo entorno Cuanto más sepan las familias sobre el nuevo entorno, desde su historia hasta normas sociales, mejor van a conectar con la gente del país y más fácil resultará vivir allí. Esto es importante cuando una familia se muda a un país muy diferente a lo que están acostumbrados. Visitar la nueva ciudad antes de mudarse, siempre ayuda para hacerse una idea sobre la cultura, la gente y los sitios. También existe la opción de realizar un curso intercultural, un entrenamiento para que el expatriado comprenda mejor las diferencias culturales. Reserva una plaza en el colegio Las rutinas son importantes para los niños e ir al colegio después de la llegada al nuevo país puede ser una ayuda para establecer esta rutina. Si los transferidos comienzan la búsqueda de un colegio antes de llegar al país de destino, evitan el estrés en su llegada y la preocupación de no tener plaza. Es importante elegir un colegio adecuado con antelación. Lo recomendable sería enfocarse en los tipos y opciones de colegios que pueden ser interesantes para los padres y los hijos, viajar al país de destino para ver las opciones que más se ajustan y concertar citas con el colegio para obtener toda la información necesaria. Esto es una buena manera de tomar una elección final y aclarar dudas. Después de este viaje los padres estarán más tranquilos porque saben con seguridad si hay plazas para sus niños, que ofrece el colegio y que documentación es necesaria para poder registrarles. No dejes que la distancia te separe Mantener el contacto con la familia y los amigos en el país de origen puede reducir el sentimiento de nostalgia. Hoy en día hay una gran variedad de recursos para mantener el contacto. Internet y el teléfono son buenas formas de estar comunicados con los seres queridos. Programas como Skype o Facetime son muy fiables y permiten generar un contacto más cercano que la simple llamada telefónica. Las redes sociales también permiten compartir fotos entre amigos y realizar chats en tiempo real. Estas herramientas les permitirán mantenerse al corriente de lo que sucede en cada momento y no perder el contacto. Apoyo familiar Algo muy importante para una reubicación familiar es la comunicación entre la familia en todo momento. Hay que contar con cada miembro y es necesario tomar decisiones en conjunto. Para los hijos adolescentes puede ser lo más frustrante y terrorífico tener que cambiar el entorno. Pero los padres pueden conseguir hacerlo más llevadero si les dan derecho a decidir. Da igual si se trata de la elección de la casa, del colegio o de la zona donde vayan a vivir. Hay que transmitirles en cada situación que un cambio no va a ser el fin del mundo, que no va a ser para siempre y que el viejo entorno no va a desaparecer. Existe la posibilidad de volver en vacaciones para visitar los amigos y la familia. Los hijos deben notar el apoyo de sus padres en cada momento. Muchas empresas cuentan con programas de apoyo para el cónyuge que son una ayuda para la re-orientación y la satisfacción de la pareja. En estos programas preparan y entrenan el cónyuge para que pueda comenzar lo antes posible un nuevo trabajo y así recuperar su independencia. Explorar La familia va a estar llena de entusiasmo y alegría una vez que ha pasado el jet lag. Hay que aprovechar la energía tanto como sea posible. Es el momento perfecto para explorar la ciudad y sus distintas zonas. Esto ayuda a la familia para tener una idea sobre donde viven y les ayuda a crear lazos de comodidad y familiaridad. La mejor manera de explorar la nueva ciudad y hacer que el traslado resulte agradable para todos son las visitas a lugares típicos en el tiempo libre. Los fines de semana son muy importantes para la familia y se pueden aprovechar para hacer visitas a parques de atracciones, museos y parques.