Madrid

Relajada de día y muy activa de noche, Madrid es la capital y la ciudad más grande de España y es un lugar donde sobre todo hay “mucha marcha.” La ciudad es un lugar candente y no importa si uno es soltero, si se va con pareja o con la familia, en Madrid hay algo para todo el mundo. Literal y figurativamente hablando, Madrid es el corazón de España. Festín para los ojos, la ciudad se caracteriza por la incomparable arquitectura de Pedro de Ribera, por sus modernos rascacielos como la Torre Picasso de Tamasaki y por sus cuidados edificios antiguos, donde encontramos librerías donde antes había bodegas y donde el arte adorna los muros de antiguos mataderos del ganado. Comer fuera de casa en Madrid es fácil. La etiqueta del vestir es relativa, pero tampoco hay que esperar grandes finuras. Los cafés al borde de la calle se transforman en nightclubs al aire libre y las únicas bebidas que encontraremos en la carta son cócteles bien cargados. Para los nocturnos más avezados y sin niños, llegar hasta el amanecer no es difícil y es más bien lo normal. Los que prefieran evitar la jarana hedonística de la noche, las horas tranquilas del día en Madrid son la esmeralda en la corona de España. Con más árboles y zonas verdes que ninguna otra ciudad europea (16m² de espacios verde por habitante), Madrid puede ser de día tan tranquila y sosegada como vívidas pueden ser sus noches. Solamente en Madrid puede uno disfrutar de la Casa de Campo, el parque más grande de España y darse un buen baño en su piscina al aire libre, pasar un rato divertido en el parque de atracciones o sencillamente perderse en los tres ecosistemas independientes que caracterizan el entorno natural y único de este parque. Los amantes del arte veneran el triángulo de oro del arte (los tres museos del Paseo del Prado), donde se puede admirar las obras de Picasso, Goya, Velázquez y José Ribera, por nombrar solamente a unos pocos. Vivir en Madrid es acabar inmerso en una cultura espontánea, sociable, bulliciosa, divertida, familiar, apasionada por su fútbol y sus toros y, sobre todas las cosas, recíproca: uno saca de Madrid todo aquello que pone en Madrid.