Seúl, la ciudad inteligente que nunca duerme, es el hogar nada menos que de un cuarto de la población coreana. Esta progresista mega-urbe del oriente asiático se esparce por las orillas del río Han y es la más grande del mundo desarrollado.

Su historia se remonta más de dos milenios y hasta el año 18 a.C., pero los ojos de Seúl miran fijamente al futuro. En esta ciudad, más del 95% de las casas tiene banda ancha, son apartamentos inteligentes controlados en remoto por móvil o con un teclado y las llamadas por Internet vía móvil (Skype) son lo más normal.

Seúl se desvive por el servicio. Aquí no solo se recibe una sonrisa genuina con el servicio, sino que recibirá además un montón de cosas gratis más. Y, para rematar, no hace falta dejar propina.

Los ciudadanos de Seúl trabajan más horas que los de ninguna otra ciudad y es normal que las familias dediquen hasta el 15% de sus ingresos a clases particulares para los hijos. Aquí abundan también las salas de estudio 24 horas que se alquilan por horas.

Esta ética laboral tan increíblemente estricta ha generado una enorme demanda de tiempo de asueto, una liberación del estrés del colegio y la oficina. La ciudad libera presión con una plétora de salas bang. Los adolescentes pueden berrear tranquilamente el Gangnam Style en una norae bang (sala de karaoke), pasar el rato viendo películas en una DVD bang, jugar al póker en una bang de juegos de mesa o jugar horas interminables en una PC bang (café internet).

Los adultos tienen las puertas abiertas toda la noche en sitios como saunas, mercados, tiendas de alimentación, cines, cafés internet y restaurantes y no es raro cruzarse con hombres de negocios saliendo de los bares y nightclubs al amanecer.

No sumergirse en la cultura coreana es imposible. La cocina local es rabiosamente saludable y apetitosa a más no poder (descontando quizás lo de comer pulpo vivo) y, además, tiene precios razonables. El panorama artístico local e internacional de la ciudad florece y Seúl se está convirtiendo rápidamente en una meca regional de la moda y está adquiriendo importancia internacional día tras día. Recientemente la revista Forbes la colocó en el sexto lugar del ranking de ciudades más poderosas económicamente y Pricewaterhouse Coopers prevé que para el año 2020 adelantará a Atlanta, San Francisco, Houston y Miami en PIB.