Auckland, la ciudad de las velas, recibe este nombre por poseer más yates por habitante que ninguna otra ciudad del mundo. En esta brillante ciudad costera, una de cada tres personas posee un barco en propiedad.
Esta pequeña ciudad, increíblemente a la última y llena de energía, goza de una vida cultural tremenda. Auckland es la ciudad más poblada de Nueva Zelanda y es un crisol de culturas donde se mezclan armoniosamente más de 1,3 millones de europeos, nativos de las islas del Pacífico, asiáticos y maoríes.

De esta amalgama resulta el rico surtido de galerías, teatros, restaurantes, bares y clubes que rivaliza con el de cualquier gran ciudad. Auckland se situó en el tercer puesto del ranking de calidad de vida global realizado por Mercer en 2011 y en el segundo puesto de las ciudades más seguras de la zona Asia-Pacífico.

La parte central de las áreas urbanas de Auckland está en un estrecho istmo, lo que la convierte en una de las pocas ciudades con puertos en dos grandes masas independientes de agua, el Océano Pacífico y el Mar de Tasmania. No es de extrañar que Auckland acoja frecuentemente eventos náuticos de renombre, como el torneo de Copa América.

Extendiéndose por el campo volcánico de Auckland, la ciudad contempla la isla de Rangitoto, que es el volcán más grande y más reciente de la región y que se ha convertido en un icono de la ciudad. Auckland tiene fácil acceso a numerosas zonas de aguas termales y a parques acuáticos.

La ciudad es la sede nacional de las principales corporaciones y bancos internacionales y posee algunas de las mayores y mejores escuelas y universidades del país. Un sistema de transporte público en buen estado hace sencillos los desplazamientos alrededor del centro. Existen líneas de autobús muy dignas que comunican los barrios periféricos y que tienen acceso a carriles prioritarios, lo que permite a sus viajeros obviar los crecientes atascos de tráfico de la ciudad.
Los que en su búsqueda de un estilo de vida isleño prefieran evitar los inaccesibles distritos de Auckland, siempre pueden cambiar el autobús por el ferry para ir al trabajo. La idílica isla de Waiheke está a solo 45 minutos en ferry.

Los bordes de la ciudad dan paso a unas afueras que tienen de fondo la inmaculada y frondosa cordillera Hunua y que se extiende a lo largo de una línea costera jalonada de grandes playas. Muchas de sus playas resultan ideales para familias jóvenes y otras tantas son más indicadas para el surf y la pesca deportiva.

Auckland ha puesto en marcha recientemente un plan de 30 años para convertirse en la ciudad más habitable del planeta. Las sostenibilidad, el respeto por el medio ambiente y la adaptación al cambio climático serán propiedades que determinarán los futuros esquemas de vivienda social y los objetivos de crecimiento económico de la ciudad.