Harbin

Harbin, la venerable ciudad del hielo, es conocida por su pintoresca arquitectura de influencia rusa, sus magníficas esculturas de hielo y los inviernos de frío intenso que las hacen posibles. Gracias a su vínculo comercial histórico con Rusia, lo que antes era un poblado ha crecido en los siglos recientes hasta convertirse en la capital y ciudad más grande al noroeste de China, en la provincia de Heilongjiang.

La sorprendente mezcla de arquitectura china y europea, especialmente en la calle peatonal de Zhongyang Dajie, es una de las principales atracciones de Harbin junto con el festival del hielo y la nieve de principios de enero, que atrae visitantes de todo el mundo.

Harbin es increíblemente fría en invierno, con temperaturas que descienden más allá de los treinta grados bajo cero. Durante los meses de invierno, sus habitantes marchan a los centros de esquí, a patinar a los lagos y ríos helados de la ciudad, a montar en trineo y a dar tranquilos paseos.

Los largos y cálidos días de verano llevan a los residentes a agolparse en las numerosas terrazas al aire libre de la ciudad, que abren hasta tarde y ofrecen comida y música en vivo. Summer Island es famosa entre las gentes por ser un lugar de retiro a la sombra para picnics y para remar. La ciudad también cuenta con muchos parques, templos y santuarios que pertenecen a muy diversas religiones.

La famosa comida DongBei (del noreste) de Harbin es un regalo para los sentidos. Los platos regionales contienen patata y col china, con abundancia en invierno del suancai (col ácida). También puede encontrarse una amplia gama de sabores, desde los rusos, coreanos y japoneses hasta los curris indios y los dumplings cantoneses.

Los occidentales recalcitrantes pueden encontrar un buen puñado de cadenas de comida rápida como Pizza Hut. Si bien aquí la cadena Starbucks todavía no impera el lugar, en el café Hamamas, que se encuentra frente a Ha Gong Da (HIT, Instituto de Tecnología de Harbin) sirven un café decente, así como hamburguesas, tartas de queso y batidos.

La ciudad posee una vida nocturna aceptable, con tres de sus calles dominadas por bares y restaurantes que sirven a los nativos y a los extranjeros. Aunque no es tan cosmopolita como Shanghái o Pekín, Harbin es una ciudad seductora con una cultura única.